Un día, releyendo uno de los libros de Lucía, allí estaba: love / love will tear us apart again.
Y desde ese día nunca más la volví a olvidar. No la escucho mucho porque todos sabemos que las canciones que en un momento amamos y no dejamos de poner terminan por quemarse y ya no significan nada.
Así que no la tengo en ninguna parte, ni en el Mp3, ni en el Pc, en ningún sitio. Si quiero oirla tengo que tirar de Youtube. Cuando lo hago soy capaz de escucharla sin parar durante horas.
Porque esta canción es la canción de amor y desamor perfecta. Es una de las canciones más bonitas del mundo y cuando la escuchas te sientes triste pero fuerte, te inundan una melancolía y un dolor extraños, así que sólo me siento, enciendo un cigarro y la escucho una vez y otra y otra hasta que me he sumergido del todo en el dolor: en el mío y en el de la canción. Y después cierro la pestaña de Youtube, me levanto y sigo adelante. A veces bañarte en el dolor, en la melancolía, en los recuerdos, rebozarte en su fango, ahogarte, llorar y que se te ponga el vello de punta al ritmo de unos acordes hacen que cuando la canción termine te puedas mover. Que te puedas levantar y seguir con tu vida.
Yo creo que para superar algo hay que hundirse en ello primero. Si no te das el tiempo de que te duela en lo más hondo del alma, si no lloras hasta que sientes que la cabeza te va a estallar, no puedes seguir adelante, arrastras todo eso contigo día tras día, esa rabia no te deja liberarte.
Yo creo que para superar algo hay que hundirse en ello primero. Si no te das el tiempo de que te duela en lo más hondo del alma, si no lloras hasta que sientes que la cabeza te va a estallar, no puedes seguir adelante, arrastras todo eso contigo día tras día, esa rabia no te deja liberarte.
De modo que yo me sumerjo en ello sin taparme la nariz y sin cerrar los ojos, me ahogo, veo la vida desde lo más profundo del dolor y la tristeza y cuando creo que estoy a punto de asfixiarme, un impulso, el de la supervivencia supongo, me empuja como un resorte a la superficie.
Y ya está, vuelvo a ser yo. Con una herida más, una lección más, tal vez un poco menos yo en cuanto a la inocencia y la fe, la confianza y el amor, pero sí más yo porque al menos no me arrastro por la vida como un fantasma, invisible, transparente, con sus cadenas a cuestas y su reblancor y frío mortecinos.
Así que hoy voy a dejar salir toda mi rabia, estoy tan furiosa conmigo misma que me estrangularía si pudiera.
Voy a dejar salir la pena, que desfilen ante mis ojos los recuerdos, voy a dejar que el dolor se apodere de mí mientras fumo y escucho esta canción. Esta, porque no podría ser otra.
Y ya está, vuelvo a ser yo. Con una herida más, una lección más, tal vez un poco menos yo en cuanto a la inocencia y la fe, la confianza y el amor, pero sí más yo porque al menos no me arrastro por la vida como un fantasma, invisible, transparente, con sus cadenas a cuestas y su reblancor y frío mortecinos.
Así que hoy voy a dejar salir toda mi rabia, estoy tan furiosa conmigo misma que me estrangularía si pudiera.
Voy a dejar salir la pena, que desfilen ante mis ojos los recuerdos, voy a dejar que el dolor se apodere de mí mientras fumo y escucho esta canción. Esta, porque no podría ser otra.
Cuando la rutina aprieta con fuerza,
¿Lloras todos tus reproches cuando te estás durmiendo?
El amor, El amor nos destrozará... otra vez.
El amor, El amor nos destrozará... otra vez.El amor, El amor nos destrozará... otra vez.
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