Contacto

Ponte en contacto conmigo: diariodeundramaanunciado@gmail.com

jueves, 29 de noviembre de 2012

Agradecida y emocionada, F. A. Q.

Creo que cuando mi profesora de R. S. me dijo que me abriese un blog no estaba pensando precisamente en que fuese un blog de este tipo.

Cuando lo abrí, tampoco yo sabía que clase de blog sería éste, no sabía qué haría con él. A día de hoy sigo sin saberlo y no me molesta en absoluto que no tenga una temática definida, al fin y al cabo yo tampoco la tengo y este blog debería de ser un reflejo de mí misma.

Mucha gente me pregunta si lo que escribo es real.
Primero quisiera que alguien me definiese el significado de real.
Después... bueno, sí. Es real. Hasta cierto punto. Y creo que esa es la gracia del asunto, que nadie salvo yo sabe dónde está el límite entre lo real y lo imaginario.

También me preguntan si escribo para alguien. No, no escribo para nadie. Escribo sobre gente, pero no espero que lean ni una sola de las cosas que de ellos escribo.
En realidad me escribo a mí misma. A mi yo del futuro, a la persona que seré dentro de diez años, que de pronto recordará que un día tuvo un blog y entrará a ver qué estupideces escribía con veinticinco años.
Por eso lo que escribo no puede entenderlo una sola persona. Algunos comprenderán una cosa, otros otra. Pero sólo yo entenderé todos los guiños a mí misma que hay que en cada post, a lo que me refería con cada cosa que aparentemente no tiene sentido.

Esa es otra de las gracietas de todo esto. Que nadie, por bien que me conozca, entenderá nunca todo lo que aquí escribo. Cada uno cogerá y hará suyo un pedacito según le vaya la vaina pero yo y sólo yo sé a lo que me estaba refiriendo, yo y sólo yo sé dónde está la frontera entre realidad y ficción.
Al fin y al cabo éste es mi mundo, nadie debe de poder conocerlo como yo.

Otra pregunta recurrente es si todo lo que escribo me pasa a mí.
No, no siempre escribo sobre algo que me esté sucediendo en el preciso momento en que lo tecleo, a veces hago mía (y por ende escribo en primera persona) alguna historia que me hayan contado, algo que le esté ocurriendo a alguna amiga, por ejemplo.
Otras escribo sobre algún recuerdo, alguna reflexión que me haya venido a la mente, cualquier bobada.
No tiene que ser algo que me esté sucediendo a mí en el exacto momento en que lo publico.
Esto no es un diario, es un blog. No son lo mismo.

¿Quién te lee? 
Pues no tengo la más remota idea. El blog tiene muchas más visitas que yo conocidos.
De hecho no me gusta que nadie que me conozca en persona lea este blog. Me parece mucho más fácil leer a alguien cuando no lo conoces de nada, cuando no le pones cara y no lees con una idea preconcebida en la mente.
Por otro lado aquí hay pedacitos de mí misma que me daría muchísima vergüenza que nadie que luego pueda mirarme a la carea lea.
No me importa linkearle a alguien un post en un momento determinado pero suelo hacerlo con gente que sé a ciencia cierta que no irá hacia atrás a leer posts anteriores y luego estará pendiente cuando suba algo nuevo. En resumidas cuentas, si a alguien del mundo real le paso el enlace a esta bitácora lo hago porque sé que no se leerá todos los posts, que no examinará minuciosamente cada cosa que he subido en el pasado y que suba en el futuro.
¿Que cómo sé que la persona a quien le enlazo el blog no lo hará? Eso se nota. Sé perfectamente quien leería cada cosa que publicase y quien no emplearía diez minutos de su tiempo en leer ni el primer post. Simplemente se nota.
No es una cuestión de cuánto le importes a esa persona, se trata más bien de cuánto le guste a esa persona leer, cuántas comeduras de cabeza tenga, cuánto le guste ahondarse en los pensamientos de los demás. Y eso se nota rapidamente.
También sé que hay gente de ahí fuera que no me lee porque se raya. No saben si lo que escribes va por ellos (el tipo Narciso que piensa que el mundo gira entorno a su ombligo), tienen miedo de leer algo que no les guste, de descubrir alguna cosa que les pueda herir en su orgullo, algo que les haga pensar... en suma, algo que no les deje indiferentes.
No puedo culparles, si cierta gente que conozco tuviera un blog yo tampoco lo leería con la mayor tranquilidad del mundo.
En realidad, se lo agradezco. Suele ser gente que ya no está en mi vida y por tanto prefiero que se mantenga completamente al margen de ella, incluído este espacio. Fuera de mi vida, para mí, significa fuera del todo, del conjunto de ella, sin excepción.

Finalmente, te diré algo. Si estás aquí y lo que escribo te suena de algo, si te da la impresión de que estoy escribiendo sobre ti, significa que no lo estoy haciendo del todo mal. Si la gente duda y no sabe de qué estás escribiendo, si piensan que puede ser sobre ellos.. significa que quien escribe tiene el don de transmitir. Que es capaz de crear escenarios comunes, de crear una historia común a cualquier persona. Entonces es cuando mi historia deja de ser mía y pasa a ser nuestra. Entonces tú y yo, aunque no nos conozcamos de nada, aunque jamás nos hayamos visto las pupilas, aunque estemos a kilómetros de distancia y nunca vayamos a conocernos.. hemos conectado a través de unas palabras. Y eso a mí me parece sencillamente maravilloso.

"You are much better than you think.
You have a gift, you have been blessed with something not many have. Try to develop it, keep writing! I can definitely see you publishing a book some day. Whatever you do, never stop writing!"

I can still remember those words, written with a red Bic, on top of one of my essays.
I never really told you how much they meant to me. How warm inside they made me feel, like all the nonsense I used to scribble everywhere and anywhere someone could finally understand. Like I was not alone.
I promised you I would never quit writing. I kept my promise. 

Someday, somehow, I need to thank you for those words, I need to tell you that they have, more than ten years later, kept me going. That I can still remember your handwriting, your classes, what you told me. That because of these words, today, I am not ashamed to share that writing is my therapy.
Thank you, Sir. I will never, ever, whatever happens, stop writing. THANK YOU, P.T.

Gracias a ti también, M. D. L. C., por animarme a abrir un blog, por creer en lo que escribía y pensar que merecía la pena que lo compartiese. Seguramente si leyeses esto pensarías que no era a lo que te referías pero de algún modo, la esencia de los escritos que leíste, está aquí, aunque sea con otras palabras y a través de otras historias.
Gracias por creer en mí.


Y gracias a todos aquellos que os pasáis por aquí y os tomáis la molestia de leer las bobadas que entre ronroneos y humo de tabaco voy tejiendo sin patrón ni forma ningunos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario