Contacto

Ponte en contacto conmigo: diariodeundramaanunciado@gmail.com

domingo, 20 de mayo de 2012

Claro que lo sabías. Lo sabías perfectamente.

Te lo dije. Está aquí escrito, unos cuántos posts más abajo. Te lo dije porque aunque fingí creerte sabía que no era ninguna broma. Te conozco. No había nada de broma en todo aquello.
Lo dejé pasar porque pensé que te darías cuenta de que habías metido la pata y te calmarías, que desecharías la idea cuando vieras que era peligroso.

Creí que sabías que yo valía la pena, que valía más la pena que un polvo. Como siempre contigo, me equivoqué.

Hablas de pensar en ti pero ¿cuándo no piensas tú en ti? Siempre lo haces. ¡Tengo taaantas ganas de verte...! Claro, tantas que si se presenta la ocasión de pillar cacho te olvidas de mí y prefieres ver qué cae.

Criticas a otras porque no ven más allá de su pareja y a ti te dan de lado pero cuando tú la tienes te olvidas del mundo entero y sólo estamos ahí cuando tu pareja hace planes sin contar contigo.

Yo siempre he sido el segundo plato, cuando no había nada mejor que hacer o cuando había que sonarte los mocos de la llantina entonces era cuando acudías a mí. ¿Crees que no me daba cuenta? Me daba cuenta yo y quienes me rodean y no pocas veces me lo han dicho, todos ellos.

Claro que me daba cuenta, de todo. Siempre. Pero lo dejaba pasar porque pensaba que algún día te darías cuenta y empezarías a hacer las cosas bien.

Pero tú nunca sabes hacer las cosas bien.

Siempre tienes la necesidad de sabotear todo lo que vale la pena en tu vida. Tu trabajo, las amigas más fieles, las relaciones más valiosas, siempre tienes que dinamitarlo todo por los aires.

Y yo me canso porque esta, bien lo sabes tú, no es ni la primera vez, ni la segunda, ni la tercera vez.

Siempre piensas en ti, en lo que tú quieres, en lo que a ti te apetece. Y a los demás nos pueden dar muchas y buenas.

Dime, ¿tan complicado y descabellado era lo que te pedía? Y sí sabías lo que iba a pasar, lo sabías muy bien pero aún así decidiste arriesgar. Si cuela, coló, que más da que pierda a la más paciente y fiel de mis amigas, me lo perdonará todo como siempre.


Gran error. La paciencia, ya deberías de saberlo, tiene un límite, incluso la mía. Puedo soportar muchas cosas, cosas que no me parecen bien, cosas que me dan mucha pena. Las dejo correr. Pero al final del camino el vaso se colma y desborda porque no conoces límites, nunca sabes hasta dónde no hay que llegar, lo que no hay que hacer, lo que no se puede ni se debe hacer. Y la gente se cansa. Todos los que te rodean se cansan y acaban por hacer su vida y más allá de un intercambio de mensajes o un café de vez en cuando no te dan más importancia en su vida porque saben que no lo vales.

Vuelta a empezar y esta vez es la última porque te has pasado veinte pueblos y no pienso quedarme sentada a esperar que el próximo en la lista sea mi novio.
No pienso quedarme sentada a esperar que encuentres nuevas y más hirientes formas de decepcionarme, de demostrarme que no aprecias nada, que no valoras nada, que tu egoísmo no conoce fin.

Sigue poniéndotelo todo por montera y pensando sólo en ti y más concretamente pensando con el coño, a ver qué tal te va en la vida.

Porque por otro lado, voy a contarte un secreto: tener coche y un trabajo no hacen de ti una persona maravillosa. No te hacen buena persona, ni humilde, ni simpática, ni generosa ni nada. Ni siquiera hacen de ti una persona común.
Desdeñas a los que no tenemos lo mismo que tú sin darte cuenta de que tenemos mucho más. O tal vez por eso nos odias en secreto y recoges nuestras migajas: porque tenemos mucho más de lo que tú podrás tener nunca. Cosas que no se compran con dinero como una carrera o un coche, eso cualquiera puede comprarlo. Las cosas que el dinero no compran son las que importan realmente. Y tú de esas ya no tienes ninguna.

2 comentarios:

  1. Querida amiga blogera, imagino que te has quedado bien a gusto! Enfadarse sacarlo pa'fuera! Arregla el alma... Te mando un besico enorme! Yvoy a seguir leyendo que hace días que no me paso!

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, hay cosas que no puedo soltarlas por ningún otro lado y desahogarme por aquí me deja más tranquila, más relajada, las cosas no hay que tragárselas y acumularlas que luego hacen úlcera, ¡to' pa' fuera! xD
    ¡Un besote también para ti!

    ResponderEliminar