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jueves, 25 de agosto de 2011

Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que fuíste...

Resulta ser que anoche tuve que salir de fiesta sin estar especialmente animada.
Veréis, antaño yo salía Jueves, Viernes y Sábado y porque no se podía más, que sino lo hubiera hecho. Era jóven, me gustaba bailar, me gustaba salir con mis amigas a hacer el gamba... Pero como que ya no tengo edad. Me he hecho mayor, a todo el mundo le pasa. Tampoco anciana pero lo suficientemente mayor como para no aguantar ya ese tute y preferir  una buena cena y una copa que no sea de garrafón a un espectáculo pirotécnico entre gente engorilada que huele a mezcla de perfume fuerte y sudor y que tiene ojos de haber bebido más que Massiel. Todo esto sazonado con música a un volumen que no te permite tener una conversación y acaba por entumecerte las neuronas.
En fin, que me puse mi vestidito, cogí mi cartera de mano y a comerme la noche. Yupi.
Ya para empezar me dió la impresión de no estar en una discoteca sino en un puticlub americano de carretera. Qué oscuridad, qué de luces rojas.
El caso es que pasadas unas cuantas copas de mis acompañantes (todo el alcohol del mundo no hubiera podido borrar para mí la cruda realidad de los tristes hechos así que preferí ni intentarlo) nos dispusimos a bailar.
Bendito vestido que llevaba bolsillos. Ahí estaba yo con un vestido ceñido de los que en la cintura se vuelven súper anchos, manos en los bolsillos bailando con cuanta desgana podía. Yo no me vi a mí misma pero debía de ser lamentable la escena.
A medida que pasaban los minutos y los cuartos la gente empezaba a estar más y más enmonada y aparecieron los primeros tiburones. Contemplaba a los machos olfatear el ambiente, seguir el rastro de la presa, distraerse con la primera que les pasaba por delante... todo un documental de Félix Rodríguez de la Fuente.
Pero lo más fuerte empezó cuando los machos comenzaron a querer arrimarme. A mí. Niños de 18 / 20 años que vete tú a saber si tan sólo les habían bajado los testículos ya. Copa en mano, bañados en perfume, amagando torpes acercamientos. Yo no sabía si reír o llorar porque me daban ganas de decirles quita de ahí niño, ¿dónde vas, si casi podría ser tu abuela? ¡Anda pa' la cama y suelta ese cubata que vergüenza debería de darte si te ve tu madre!
De verdad, me daban ganas de sentarme con ellos en un sofá y acunarlos, criaturicas.
Pero claro, a esa edad yo también salía, pensé. Y no pude evitar preguntarme si yo también tenía esa deplorable pinta de niña recién salida de la cuna que había pasado del biberón a la copa sin triste transición. Me pregunté si alguna vez alguien también me habría mirado de la forma en que yo miré a esos niños anoche, pensando disfruta de estos años porque van a ser los mejores de tu vida y aunque creas que siempre serás así de jóven y lo pasarás así de bien, la vida vuela a la velocidad de las naves espaciales.
Me pregunté en qué momento me hice mayor, en qué momento dejé de ser una niña como ellos para convertirme en una de esas adultas (o intento de) que tiene pareja -estable, se entiende- y prefiere un viaje con amigos, una cena y una buena película a un fiestón.
Y pensé que quien me ha visto y quien me ve y sombra de lo que fuí y por suerte o por desgracia, ya nunca volveré a ser.

3 comentarios:

  1. Ñooooñaaaaa tu eres mu joven entodavia no se que mamarracherias dices querida, y tu baile enbolsallá fue épico no creia q te moverias con esa soltura despues de tanto tiempo sin el acto del practicage.
    Y pequeña gorda, es normal q te buitreen a mas no poder q eras la niña mas mona de toda la pista de baile. Además tengo q decirte q yo tambien prefiero esos otros planes o incluso quedarse en un parque toda la noche haciendo el canelin, me aprecen bastante mas mejores la verdad.

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  2. No bailé, me sacudí un poco. Bailar es otra cosa... ¡si parecía que que iba drogada! (Y lo iba, en cierto modo. Nota mental: comprar Paracetamol bebible y dárselo a mis enemigos cuando quiera joderlos bien jodidos)
    Te agradezco el cumplido pero era la más bajita, la más gorda y la más mayor. Pero sabes, no importa, vi a un conocido de mi futuro marido y con eso me basta. A estas horas él estará contándole a Rodolfo lo llena de encantos que estoy y necesitará conocerme y volveremos el Miércoles que viene y allí estará él para pedirme la mano.. y el resto, claro. Que con un hombre así la mano es lo de menos.
    Vamos, que me lio. Que donde estén una buena cena, un copaje y una peli de paranoia, miedo, terror, llámale equis, se quiten los puticlubes que se creen discotecas.

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  3. eras la mas bella del lugar pequeña golfa. Solo habia cardazos y ademas te buitrearon mazo de pibes, digo yo q sera por algo no?xD

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